Manuel Rial es viudo, tiene 89 años y se encuentra ingresado
en una residencia de ancianos. Es un viejecito muy simpático y resultón que enseguida hace numerosas amistades en el
centro. Dolores, un par de años más joven que él, se convierte en su mayor
apoyo y en su compañera de viaje en sus últimos años de vida.
Unos meses después de entrar en la residencia, contrae una
fuerte pulmonía que le hace ingresar de urgencia en el hospital. Sospechando la gravedad de su situación, y la
posibilidad de no superar la enfermedad, decide llamar a su hija Matilda para
dictarle un testamento de última hora, incluyendo a su amada Dolores. ¿Será
válido a efectos legales dicho testamento?
a.
No, pues el testamento no fue escrito de puño y
letra de Manuel.
b.
No, puesto que, aún tratándose de una situación
excepcional (peligro de muerte) serían necesarios cinco testigos en la sala,
escuchando las últimas voluntades del convaleciente. Como sólo su hija estaba
presente en la habitación, no será válido.
c.
Sí es válido, pues en dicho documento se recogen
las últimas voluntades de Manuel, que es, al fin y al cabo, la finalidad de un
testamento.
d.
Ninguna de las anteriores es correcta.
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