Cambia los testamentos de sus padres para perjudicar a sus hermanos

Cambia los testamentos de sus padres para perjudicar a sus hermanos

Un hombre anuló en mayo de 2010 los testamentos de sus progenitores e hizo que elaboraran otros nuevos a espalda de sus dos hermanos. Al parecer, ambos ancianos padecían demencia senil, lo que fue aprovechado por su hijo para llevar a cabo la modificación.

 Al cambiar el testamento, sólo concedió a sus hermanos

 la herencia legítima.

Cuando la madre murió, en abril de 2011, y se abrió su testamento, el reparto quedaba de la siguiente forma: mientras su marido viviese, éste tendría el usufructo de la herencia de su difunta esposa, y cuando él falleciera, esa herencia se juntaría con la suya e iría a parar al hijo salvo un doceavo que percibiría cada uno de sus hermanos, que al ser herederos forzosos, no podían ser eliminados del testamento y tenían que recibir su parte de la herencia legítima.

“Es un acto con mala fe, y los afectados deberían impugnar”

Marta Villén, licenciada en Derecho, considera que un acto así es una “falta grave”, y que le resulta peculiar que el notario accediera a modificar los testamentos. “al ser un documento público, tuvo que ser modificado y firmado ante notario, y se nota si una persona no está bien, sobre todo si es mayor”, pero aclara que “como esas personas no estaban incapacitadas por un juez, ante la ley tenían capacidad de obrar, y por eso se pudo llevar a cabo el cambio”. En cuanto a si cabría la posibilidad de que el notario fuera consciente de que las personas no estaban en plena posesión de sus facultades, pero que lo pasara por alto, afirma que “sería una falta muy grave por su parte”.

“Es una actuación con mala fe y en beneficio propio”, comenta el abogado David Díaz Dacal, y “el resto de herederos deberían impugnar ese testamento” si pueden después demostrar con pruebas médicas, por ejemplo, que los ancianos “no tenían capacidad de obrar”. Una vez impugnado, “se paralizaría por completo todo el proceso hereditario, y nadie podría recibir nada hasta que no se resuelva”.