sábado, 31 de marzo de 2012


La piratería llama a la puerta de Apple obligándole a pagar una cuantiosa cifra de dólares

Un grupo de reconocidísimos autores chinos denuncia a Apple por reproducir y poner a disposición de terceros algunas de sus obras literarias.


22 escritores chinos demandaron el pasado 18 de marzo al gigante de la informática Apple por haber vendido presuntamente 95 de sus libros sin estar en posesión de ningún tipo de licencia. Así, exigen a Apple el pago de indemnizaciones por un valor de 7,9 millones de dólares. Afirman además que estas reclamaciones ya habían sido notificadas anteriormente a la compañía, pero que esta reaccionó con lentitud a la hora de retirar dichas obras de su tienda cibernética.


Este hecho atenta sin duda contra la propiedad intelectual y contra los llamados derechos de autor. José Manuel Busto Lago (catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Coruña) explica que “la propiedad intelectual dispensa protección y seguridad a aquellas obras que un autor ha realizado gracias al fruto de su intelecto”. Cualquier escritor, tiene derecho a que se le reconozca como autor de su obra y también puede elegir cuando se reproducirá, la forma en la que se reproducirá etc. El creador tiene también la posibilidad de consentir que su trabajo se reproduzca libremente o a cambio de una remuneración económica”.
Aunque según fuentes de la tienda de Apple de La Coruña "posiblemente esto no afecte a las ventas de la gigantesca compañía", su portavoz Huang Yunna  asegura que Apple asume las consecuencias de sus actos y entiende a la perfección la importancia del asunto en relación con los derechos de autor. Asegura además que la compañía “responderá de forma apropiada y oportuna” a las quejas.  
Este caso es realmente poco usual, ya que aunque el tema de la piratería es bastante común en las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos, son los chinos los que normalmente se encuentran envueltos en este tipo de reclamaciones. El profesor Busto Lago explica que “normalmente si alguien atenta contra la propiedad de bienes tangibles (como podría ser por ejemplo una casa) es perseguido y castigado con severidad. Sin embargo, cuando de bienes no tangibles se trata, se toma los derechos de autor como algo distinto, como algo que se puede vulnerar. Afirma igualmente que Internet, es una especie de llave maestra que suministra con una facilidad brutal el derecho para atentar contra los derechos de autor.

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