sábado, 31 de marzo de 2012

Noticia Jurídica de Marzo


El juez admite la denuncia de la Fiscalía a sor María por robo de niños

·        La Fiscalía de Madrid archivó ya unos 150 casos porque tantos años después de los partos los fiscales no encuentran indicios suficientes para el delito
·        María Luisa Torres y su hija Pilar, a la que ha conocido 29 años después de dar a luz, declararán en el juzgado el 3 de abril.

Adriana Freire | A CORUÑA. 20 Marzo 2012

El juez Adolfo Carretero, titular del juzgado de instrucción número 47 de Madrid, archivó recientemente otra denuncia por detención ilegal de niños. Sin embargo, esta acusación de María Luisa Torres contra sor María Gómez Valbuena por arrebatarle a su hija en 1982 está “muy bien fundamentada”.

Monja en una casa de acogida. Foto de archivo
Sor María era la encargada de la asistencia social en la maternidad de la clínica Santa Cristina de Madrid. Ofrecía su ayuda para madres solteras, en teoría hasta que estas pudieran afrontar el cuidado de sus pequeños completamente. Les facilitaba unas guarderías en las que dejar a los niños, con un régimen de visitas totalmente abierto, hasta que las madres solucionasen sus conflictos económicos o laborales y pudiesen llevárselos.

Era conocida también como “la monja que daba niños” entre los matrimonios que no podían tener descendencia y que habían fracasado en su pretensión de adoptar por la vía de la legalidad. Este ha sido el caso de María del Carmen Rodríguez y su marido.
El proceso era el siguiente: cada pareja que acudía a sor María debería entregarle a una mujer embarazada. Estas vivían en un piso en el barrio de Salamanca (Madrid) y sus revisiones durante la gestación eran llevadas a cabo por el doctor Eduardo Vela, mano derecha de la monja, en la clínica San Ramón. El niño que María del Carmen recibiría sería, por lo tanto, el de una madre llevada por otro matrimonio. De esta forma  se ponían trabas a estas madres si algún día decidían buscar a sus hijos. María del Carmen abonó 50000 pesetas para los gastos del parto y la monja le comunicó que tenían un niño para ellos.

María Luisa Torres, divorciada, con una hija fruto de esa relación, embarazada de nuevo y con una pareja que no quiso saber nada del bebé. Ante el estado de desesperación en el que estaba sumida, acudió a sor María. Tras el parto, la monja le dijo, primero, que el niño había muerto, y más tarde, que lo darían en adopción. Para mantenerla callada amenazó con acusarla por adulterio y con quitarle a su otra criatura. El miedo de María Luisa no le dejó ofrecer oposición y se fue sin su hija.

María Luisa Torres y su hija Pilar. Imagen de Gorka Lejarcegi
Pilar cayó en manos de una familia adoptiva. La niña se empeñó en conocer a su madre biológica. Su padre adoptivo, Alejandro Alcalde, inició un proceso de investigación que culminó en un programa de Antena 3, El Diario, en el que las pruebas de ADN confirmaron que María Luisa y Pilar eran madre e hija.

La monja octogenaria está citada en sus juzgados el día 3 de abril, aunque podría acogerse a su derecho a no declarar, tal y como hizo cuando fue llamada por la Fiscalía. María Luisa Torres confía en que sí hable y que su testimonio permita resolver otros casos como el suyo. Tal y como manifiesta,  “mi caso ha salido adelante porque yo he ido a la fiscalía con mi hija de la mano, pero esto es una victoria de todos los afectados porque yo confío en que al interrogar a sor María, se destape toda la trama que había de robo de bebés y se pueda ayudar a otros”.


La Plataforma de Afectados de la Clínica San Ramón manifiesta que " existen varios fiscales que saben que existió el "robo de bebés".  Sólo necesitan pruebas. Cuantas más denuncias tengan en la Fiscalía, más probabilidades tendremos. Desde esta plataforma rogamos a todos los afectados que, por favor, denuncien".

Por otro lado, el abogado experto en bebés robados y también víctima de una adopción irregular, Enrique Vila Torres, explica la delgada frontera: "Hace 40 años  era necesaria una renuncia expresa de la madre al niño para darlo en adopción –a pesar de que podía acogerse al derecho de no revelar su identidad– aunque también se consideraba una ´renuncia tácita´ el hecho de que la progenitora no lo reclamase en seis meses", explica el letrado. "La duda en estos casos es si la madre lo entregó voluntariamente o no; porque muchas veces, tal y como ocurrió en el caso de María Luisa, eran coaccionadas", explica. “El único modo de salir de dudas, tristemente, es hallar a la madre biológica. Muchos casos se confirman, entonces, como bebés robados”.
“Los juzgados alegan la prescripción porque hace 40 años que se cometió el delito, pero el delito sigue ahí. La opinión pública debe hacer fuerza y cada afectado en cada provincia debe denunciar en los juzgados de Instrucción y en la Audiencia Provincial si es necesario”, decía Enrique Vila.
“Lo más triste es que cuando hay una adopción puedes saber que eres adoptado y quien es tu madre biológica pero cuando ni siquiera la hay y  se saltan todos los trámites legales (certificados de nacimiento, partidas de defunción…) en un robo, se puede realizar una adopción legal o directamente ser denominado como hijo biológico de una mujer que nunca ha estado embarazada”, sentencia.

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