sábado, 31 de marzo de 2012

Álvaro Inglés - Noticia Jurídica 2

Un desaparecido arousano se convierte a ojos del juez en la víctima de un homicidio

Fernando Caldas, desaparecido hace ocho años, podría haber sido víctima de un asesinato por parte de los miembros de la banda de narcotraficantes a la que supuestamente pertenecía


Álvaro Inglés Paz | A Coruña | 31-3-2012




Fernando Caldas desapareció el día 16 de julio de 2004 sin dejar ni un solo rastro de su paradero. Lo único que se supo de él antes de perderle la pista fue que alertó a un amigo a través de dos mensajes. En el primero informaba de su secuestro y en el segundo que sus raptores lo estaban metiendo en un Audi A-3 blanco y pedía que su amigo avisara a un tal Migui.

Tras ocho años el caso llega a la Audiencia Nacional como asesinato, aunque el cuerpo no haya sido encontrado. El instructor afirma que los indicios apuntan a que el desaparecido fue secuestrado, asesinado y enterrado en cal viva, explicando la desaparición del cuerpo. La víctima ya se considera cadaver dado que se realizó su declaración de fallecimiento un año después de su desaparición, conforme al art. 193 del Código Civil que establece que se relizará la declaración de fallecimiento de la persona que se encontrase en “riesgo inminente de muerte por causa de violencia contra la vida“ a la hora de su desaparición y no se tenga noticias un año después. El móvil del crimen habría sido un problema interno de la banda de narcotraficantes de la que supuestamente formaba parte. Entre los procesados que se sentarán en el banquillo de los acusados se encuentran el amigo que recibió los mensajes y Migui.

Las acusaciones son variadas, como un supuesto delito de asesinato y detención ilegal por parte de los arousanos Jorge Durán Piñeiro, Rosa María Charlín Martínez, Miguel Ángel Fernández Rodríguez, Juan Marcos Vigo Fernández, Marco Fernández Rodríguez, Juan Berbel Briones, Roberto González Cuevas y Manuel Pazo Taboada. En el caso de Miguel Ángel Fernández Rodríguez y Jorge Durán Piñeiro también se les imputará un delito contra la salud pública mientras que a María Vilas Soliño y Juan Rodríguez González se les imputará un delito de encubrimiento.

El juez Eloy Velasco supone que Juan Durán era líder de una banda de narcotraficantes que seguía dirigiendo desde la cárcel, donde cumplía condena por tráfico de drogas, y ordenó a Miguel Ángel Fernández Rodríguez que acabase con Fernando Caldas dado que temía que su comportamiento ostentoso pudiese acarrear problemas a la banda.

Video: Elaboración propia, realizado como resumen y presentación del tema

No hay comentarios:

Publicar un comentario